La delgada línea entre el éxito y el fracaso en la NFL depende de un partido con 60 minutos llamado Super Bowl. El evento deportivo más importante en los Estados Unidos coronó este domingo a los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes, por segunda vez en los últimos cuatro años, confirmando que son el equipo llamado a montar una dinastía.
Una feria de anotaciones nos regalaron tanto Chiefs como Philadelphia Eagles en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona, para dejar el marcador 38-35. Cuando no era Mahomes comandando a Kansas, era Jalen Hurts con Phily, demostrando que –pese a la derrota- tiene todas las herramientas para regresar al Juego Grande de la NFL en el futuro cercano y cobrar su revancha, porque ni siquiera sus tres anotaciones terrestres y una por pase fueron suficientes.
Chiefs rompió ‘maldición del volado’
Las últimas ocho ediciones habían coincidido en que el equipo que ganaba el volado perdía el Super Bowl, pero Patrick Mahomes no sabe de cábalas o maldiciones. Con tres pases de anotación y haciendo las jugadas grandes en el momento clave, incluso corriendo “en una pierna”, por su sabida lesión en el tobillo, el quarterback de los Chiefs confirmó que puede seguir agigantando su leyenda.
Con solo cinco temporadas como titular ya jugó tres veces por el título, ha ganado dos y no parece que vaya a detenerse pronto.
Para los que sí creen en supersticiones, la que sí se mantuvo es la del uniforme blanco, con Kansas City siendo el equipo 16 de los más recientes 19 campeones que lucieron ese color en su jersey para quedarse con el Trofeo Vince Lombardi.
Un total de 67 mil 827 personas atestiguaron uno de los mejores Super Bowls de la memoria reciente; defensivamente no hubo nada que ofrecer de los dos lados, salvo una devolución de balón suelto a las diagonales de los Chiefs que, en ese momento, empató el marcador a 14.
El resto fueron “fuegos artificiales” con Mahomes y Hurts como protagonistas, para irnos al descanso 24-14 favorable para Philadelphia, aunque Kansas City nunca se vio fuera del panorama.
Isaiah Pacheco por tierra y recepciones de Kadarius Toney y Skyy Moore llevaron el juego a un 35-27 parcial, pero Jalen Hurts, en su incansable esfuerzo por demostrar que pertenece a la élite y que el Super Bowl es su escenario a conquistar, empató el marcador con poco más de cinco minutos. Tal vez su único pecado fue que dejarle ese tiempo a Mahomes es pedirle a Dios que no saque algunos trucos de la chistera.
La última de Patmagic
Para mala suerte de Phily y las delicias de K.C., Patrick Lavon Mahomes II mostró un temple de leyenda, de alguien que con tan solo seis temporadas en la Liga ya tiene garantizado su lugar en el Salón de la Fama.
Como si estuviera jugando “tochito” con sus amigos y no en el escenario más grande de este deporte, condujo a los Chiefs a zona de gol. Ya ahí dejaron correr el tiempo con un acarreo de Jerrick McKinnon, quien se hincó en la yarda dos. Después Mahomes puso rodilla en tierra y con solamente 11 segundos por jugar, Harrison Butker conectó el gol de campo para el título.
¿Quién fue el MVP del SB?
El confeti rojo y amarillo llenó el campo del State Farm Stadium. Otra vez con Andy Reid como entrenador, con Travis Kelce organizando la fiesta y con Patrick Mahomes sosteniendo el trofeo al Jugador Más Valioso. Una escena que los Chiefs vieron por primera vez en 2020, que repiten en este 2023 y que esperan volver a ver muy pronto.